Elabora cuentos o narraciones buscando situaciones absurdas o poco frecuentes. Da rienda suelta al sentido del humor y provoca la risa de los lectores
Músicos en el
bosque
Érase una vez un grillo que se
llamaba Discreto. Todos los días se asomaba temprano por el agujero de su
madriguera y se ponía a hacer gárgaras con agua de la lluvia. Luego se ponía un
pañuelo tapándose las alas para que nadie lo escuchase cantar, porque era muy
tímido. Su mejor amigo era un abejaruco llamado Casimiro, que se pasaba todo el
día cazando insectos. ¡Claro, a Discreto no lo cazaba! Porque, aunque ya
sabemos que los grillos son insectos, para Casimiro era muy especial.
Al llegar la noche, Discreto y Casimiro se reunían en el
fondo del océano para capturar estrellas de mar; luego les ponían luciérnagas y
las colgaban de las nubes, para que alumbraran el bosque.
Un día, apareció por el bosque un oso de color azul
celeste, llamado Sereno, que sabía silbar con la boca cerrada.
Discreto, Casimiro y Sereno, acabaron haciéndose amigos y
formaron un grupo musical llamado “La alegría de la huerta”: Discreto cantaba
con las alas tapadas, Casimiro tocaba las maracas y Sereno silbaba con la boca
cerrada. Publicaron un disco que fue récord de ventas y ganaron tanto dinero
que se fueron a vivir juntos a una enorme cabaña que se construyeron en la zona
más exclusiva del bosque.
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