No a la violencia de género.
Con este poema yo quiero demostrar
que aquí todos somos iguales.
Todos sabemos soñar,
también reír
y sobre todo pensar.
Además, haremos lo siguiente:
cierra los ojos, intenta soñar.
Escucha, se oye un suave murmullo
y lejos se aprecia una risa,
una carcajada.
¿Y si es la tuya?
Piénsalo, ríete.
¿Es igual a la risa que se oye?
Quizás sí o quizás no pero
si en ese momento se hubiera reído
una chica no te habrías dado cuenta.
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